Este es una historia real, con dos personas claves para Viña Elena como protagonistas. Paco y Emilia.

Los hechos que os voy a relatar son sin  duda, muestras de amor continuas. La voluntad, el cariño y la dedicación plena. Son algunos de los determinantes indispensables, para que esta relación se haya mantenido tan sincera en el tiempo.

Paco o Paco Pacheco  como bien es fácil de identificar, era un joven con gran carisma, de carácter sociable y sobre todo bastante “cabezón”; (nada que ver con el tamaño de su cabeza). Seguía cuidadosamente las recomendaciones de su padre, pero muchas veces sentía el afán propio de la juventud de saltárselas a la torera. Tal era esto, que cuando conoció a Emilia, una jovencita preciosa y de buena familia del pueblo, acometió distintas aventuras, por conseguir verla pequeños instantes, sin que otra cosa en el mundo le importara más.

Esto era así, que con una  bicicleta que le prestaba su vecino del Estrecho Marin donde él vivía. Cuando anochecía, pedaleaba hacía Jumilla, los 17 Km. hacia arriba sin miedo, por los caminos empedrados y con la única luz del pequeño faro de la bicicleta y la luna, si había suerte.

No se le pasaba por la cabeza los peligros de la noche ni la dificultad del camino que tenía que recorrer.  Solo pensaba en los ojitos de Emilia y en esa sonrisa inocente que lo tenían cautivado.

En una de estas, de camino a Jumilla, una piedra en el camino le jugó una mala pasada y cayó al suelo al instante. Sin temor ninguno, se limpió la herida y reemprendió la marcha hasta llegar frente a la casa de su querida Emilia.

Llegó más tarde de lo habitual y cuando tocó a la puerta para que se asomara y disfrutar de su dulce sonrisa  y su amorosa conversación. Roque el patriarca de la familia, le cerró la puerta en las narices y casi le termina de arreglar la herida de la caída.

Que desazón para Emilia!! No poder intercambiar con su Paco ni  2 palabras…y que reventón para el pobre Paco, llegar hasta allí desde el Estrecho Marin a pulmón!! .  Pero esto es lo que menos  importaba,  porque en realidad, él  no volvía a casa con una pierna  herida…sino con una gran herida en  su corazón..!!

Esto, queridos lectores del blog de Elena, es solo una, de muchas muestras de amor  sincero entre Paco y Emilia. Un amor que no se ha dejado vencer por las dificultades ni  contratiempos encontrados por el camino,  55 años de matrimonio repletos de dedicación , cariño , respeto e ilusión..y esto queridos lectores más que Amor yo le llamaría Pasión.

FELIZ SAN VALENTIN

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